Lilly Téllez dirige insultos a Fernández Noroña
Un intenso altercado verbal fue protagonizado por la senadora Lilly Téllez durante una sesión en el Senado. La legisladora utilizó su tiempo en tribuna para criticar la postura de la presidenta Claudia Sheinbaum sobre la seguridad, mencionando una «guerra de los criminales contra los ciudadanos». Durante su intervención, la senadora Téllez también recriminó lo que describió como «indiferencia» presidencial ante el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo. El discurso escaló rápidamente cuando la legisladora dirigió sus comentarios hacia el senador Gerardo Fernández Noroña, generando una fuerte polémica en el pleno.
El intercambio de descalificaciones
El punto álgido del conflicto ocurrió cuando la senadora Téllez se enzarzó en un intercambio directo con el senador del PT. Según los reportes, Lilly Téllez utilizó calificativos como «imbécil» e «idiota» dirigidos a Fernández Noroña. Además, la senadora añadió la frase «ven a llorar por Carlos Manzo». Esta última declaración fue interpretada como una alusión directa a los posicionamientos previos de Fernández Noroña sobre conflictos internacionales, específicamente sus lamentos por la situación en la Franja de Gaza, contrastándolos con la violencia en México.
Contexto de la crítica
La crítica inicial de Téllez se centró en la estrategia de seguridad nacional. La senadora del PAN expresó su desacuerdo con el rechazo de la presidenta Sheinbaum a una «guerra contra los criminales». Téllez argumentó que, mientras tanto, persiste una guerra de los grupos delictivos contra la ciudadanía. El asesinato del alcalde Manzo fue utilizado por la senadora como un ejemplo de la grave situación de violencia que, según ella, no está siendo atendida con la firmeza necesaria por el gobierno actual. Estas declaraciones sirvieron como preludio al enfrentamiento verbal que se desarrollaría momentos después.
Conclusión de la intervención
El discurso de la senadora Lilly Téllez no finalizó por su propia voluntad. La intervención fue concluida abruptamente por la presidenta de la Mesa Directiva, Laura Castillo. Se informó que la decisión de retirarle la palabra se debió a que la legisladora panista no aceptó las preguntas que provenían de sus propios aliados, lo cual fue considerado una falta al procedimiento parlamentario en ese momento. Este cierre forzado impidió que la senadora continuara con su alocución después del tenso intercambio de descalificaciones que había dominado la sesión.