Un nuevo capítulo en la tensión diplomática
El presidente del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, ha anunciado que el próximo 7 de enero se llevará a cabo una propuesta en la Cámara para declarar a los expresidentes de México, Felipe Calderón y Vicente Fox, como personas no gratas. La medida se extiende también a otros exmandatarios de América Latina como Jorge Quiroga de Bolivia, Mario Abdo Benítez de Paraguay, y Mireya Moscoso de Panamá.
Tensión en aumento
La propuesta se da en el contexto de la involucración de estos exmandatarios con el opositor venezolano Edmundo González, quien busca asumir la Presidencia de Venezuela tras denunciar el triunfo de Nicolás Maduro como fraudulento. Rodríguez, al hacer el anuncio, lanzó un fuerte mensaje: «Atrévete a entrar para que veas de qué estamos hablando cuando hablamos de defensa de la patria», haciendo referencia a los exmandatarios que planean ingresar al país para apoyar a la oposición.
El gobierno venezolano considera que el ingreso no autorizado de estos exmandatarios sería un acto de invasión. La declaración de personas no gratas está pensada como una respuesta a su intento de influir en la política interna del país.
La iniciativa de apoyo a la oposición
Este enfrentamiento diplomático viene de la mano con las actividades de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), un grupo de expresidentes que ha brindado su respaldo a González Urrutia en su lucha por la presidencia venezolana. A través de esta iniciativa, varios exmandatarios han intentado viajar a Venezuela para mostrar su apoyo, pero se han visto vetados por el gobierno de Maduro, quien no permitió el ingreso de un avión con miembros de IDEA en julio pasado.
González, quien reclama haber sido el verdadero ganador de las elecciones del 28 de julio, continúa buscando apoyo internacional. Mireya Moscoso, quien también forma parte de IDEA, ha informado que nueve líderes acompañarán a González en su gira internacional para consolidar alianzas.
La postura oficial de Venezuela
A pesar de las críticas internacionales hacia la reelección de Maduro, el gobierno venezolano y las Fuerzas Armadas siguen respaldando al actual presidente. Para ellos, las acciones de la oposición no son vistas como un simple reclamo político, sino como un intento de golpe de Estado. Con este trasfondo, las autoridades venezolanas consideran como una invasión cualquier intento de los exmandatarios de influir o entrar al país sin la debida autorización.
El conflicto sobre la legitimidad del liderazgo de Maduro y la presión internacional se han convertido en un tema crucial para la política venezolana, y la propuesta de declarar a los expresidentes no gratos marca un nuevo nivel de confrontación diplomática en América Latina.