El actual dirigente del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés, se vio envuelto en una discusión con el exsecretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano, durante un programa de Atypical Te Ve. El tema central fue la lista plurinominal del PAN en el Senado, y las acusaciones no se hicieron esperar.
Javier Lozano reprochó a Cortés por no haber defendido al exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna, durante su papel como dirigente nacional del partido. Por su parte, Felipe Calderón, expresidente de México, también se pronunció desde las redes sociales. Calderón reclamó al PAN por no incluir a Jorge Triana, a quien considera “uno de los mejores tribunos” del partido, en las listas plurinominales para el Congreso de la Unión.
Calderón no escatimó en críticas hacia Marko Cortés, a quien calificó como uno de los peores oradores en la historia del PAN. Además, señaló que el actual presidente del partido y su asistente han causado daño a la organización.
Las declaraciones de Marko
Marko Cortés, sin embargo, no se quedó callado. Le pidió al expresidente una explicación sobre la “peor caída de votación para el PAN en la historia”, cuando postularon a Josefina Vázquez Mota. Además, cuestionó si Calderón estaba al tanto de los problemas relacionados con García Luna durante su gobierno.
Calderón respondió argumentando que la caída del PAN tiene dos explicaciones claras. En primer lugar, acusó a los dirigentes, especialmente a Marko Cortés, de haberse beneficiado personalmente durante su tiempo en la dirigencia. También mencionó la mezquindad de algunos candidatos, quienes llevaron al partido a alejarse de los logros de sus gobiernos anteriores.
El expresidente sugirió que si el PAN hubiera asumido una narrativa más acorde con su gobierno, en lugar de distanciarse de él, los resultados habrían sido diferentes. Marko Cortés, por su parte, defendió la cobertura de casillas del PAN y señaló que, con la coalición, alcanzaron un 80% de efectividad en la última elección.
En resumen, el intercambio de señalamientos entre Marko Cortés y Felipe Calderón refleja las tensiones internas y los desafíos que enfrenta el PAN en su búsqueda por recuperar el poder político en México.