México y EU buscan frenar el flujo ilegal de armamento
El tráfico de armas es un problema que afecta tanto a México como a Estados Unidos. Ambos países reconocen que el paso ilícito de miles de unidades cada año hacia territorio mexicano contribuye a la violencia y a la destrucción en ambos lados de la frontera.
Por eso, se han comprometido a combatir este fenómeno, que está relacionado con el narcotráfico y el fentanilo.
El arsenal del crimen organizado
El gobierno mexicano, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha puesto especial énfasis en la relación bilateral en materia de seguridad, debido a las consecuencias de criminalidad que genera el que las bandas del narcotráfico cuenten con amplio arsenal.
Según datos oficiales, entre 2006 y 2019 se decomisaron más de 200 mil armas de fuego en México, de las cuales el 70% provenían de Estados Unidos.
El tráfico ilícito de armas también está vinculado con el tráfico de drogas, en especial el fentanilo, un opioide sintético que se ha convertido en una pandemia en Estados Unidos, pues los datos más recientes arrojan que 106 mil ciudadanos de esa nación perdieron la vida durante 2021 por sobredosis relacionadas a esa sustancia.
El fentanilo se produce principalmente en China y México, y se trafica hacia Estados Unidos por la frontera común.
La declaración conjunta
Para hacer frente a estos desafíos, los gobiernos de México y de Estados Unidos emitieron una declaración conjunta derivada de la reunión bilateral de seguridad que se realizó ayer en Palacio Nacional.
En ella, se comprometieron a continuar los esfuerzos conjuntos para combatir a los narcotraficantes; interrumpir el suministro de los productos químicos utilizados para fabricar fentanilo ilícito; prevenir el tráfico de estos narcóticos mortales a través de la frontera; y promover los servicios de salud pública para reducir el daño y la demanda e incrementar los servicios de tratamiento.
Asimismo, acordaron abordar el tráfico de armas de fuego que contribuye a la violencia y a la destrucción en ambos lados de la frontera compartida, y descubrir, interrumpir y desmantelar las redes que se dedican a este ilícito.
La migración regional
Otro tema abordado en la reunión fue el de la migración regional, que en años recientes ha alcanzado flujos sin precedentes.
Ambas naciones se comprometieron a continuar forjando una respuesta a nivel regional, guiada por los principios establecidos en la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección. Con ese fin, México y Estados Unidos se comprometen a ampliar aún más la disponibilidad de vías legales en toda la región, incluyendo hacia México y Estados Unidos.
También discutieron la expansión del trabajo conjunto de desarrollo en Centroamérica y mantener consecuencias sólidas para la entrada irregular en la frontera compartida.
La declaración conjunta refleja el compromiso de ambos países por trabajar juntos para enfrentar los retos comunes en materia de seguridad y migración, con respeto mutuo y cooperación.