Errores del PRD según Claudia Sheinbaum
Una perspectiva crítica desde la virtual presidenta electa
Claudia Sheinbaum, quien está próxima a asumir la presidencia de México, reflexionó sobre el declive del Partido de la Revolución Democrática (PRD), argumentando que la organización política perdió su rumbo al alejarse de sus raíces y del apoyo popular.
En su conferencia de prensa, Sheinbaum destacó que el PRD, en sus inicios en 1989, fue una esperanza para varios movimientos de izquierda, pero con el tiempo esta identidad se diluyó. “Se perdió la relación con el pueblo, lo más importante. Se perdió la ideología, acabaron aliados al PAN“, señaló la líder morenista.
La opinión de López Obrador
El presidente Andrés Manuel López Obrador también lamentó la situación del PRD, rememorando su papel crucial en la diversificación del panorama político mexicano. “Ese partido jugó un papel importante en su momento porque evitó esa pretensión bipartidista y era un partido que surgió del pueblo”, afirmó.
El declive y la pérdida de registro
Tras participar en las elecciones recientes dentro de la alianza ‘Fuerza y Corazón por México‘, junto con el PRI y el PAN, el PRD no logró obtener el respaldo suficiente para mantener su registro como partido político. A pesar de intentos por contar el 100% de los votos, el partido quedó por debajo del 3% requerido por la Constitución.
Hoy en día, los votos obtenidos por el PRD apenas alcanzan el 2.43% en los cómputos distritales, lo que marca su inminente extinción como entidad política nacional. Jesús Zambrano, líder del partido, reconoció recientemente que “el PRD que construimos hace 35 años ya no existe más como tal”, abriendo la puerta a la posibilidad de iniciar un nuevo ciclo político.
Un nuevo comienzo
Los líderes perredistas están explorando nuevas opciones para resurgir como una fuerza política relevante. Entre las propuestas está la integración de organizaciones como la Marea Rosa, buscando recuperar la conexión perdida con las bases y los ideales que dieron origen al partido.
En resumen, el futuro del PRD queda marcado por un proceso de transformación y reinvención, mientras se despide de una era que una vez fue promisoria pero que, según Claudia Sheinbaum y otros críticos, perdió su esencia al desconectarse de las raíces populares y ideológicas que lo fundamentaron.