Uso excesivo de fuerza en caso Carlos Manzo
La investigación sobre el asesinato de Carlos Manzo Rodríguez, alcalde de Uruapan, ha tomado una nueva dirección que se centra en sus propios guardias. Se ha confirmado que la Fiscalía de Michoacán investiga al equipo de escoltas del político. El foco, según fue ratificado por el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, es el presunto uso excesivo de la fuerza contra el asesino de Carlos Manzo. La línea de investigación principal analiza por qué el sicario fue abatido momentos después de que ya había sido neutralizado por el círculo de seguridad. “Al homicida lo detienen y momentos después hay forcejeo y hay un sólo disparo que abate al homicida”, declaró el gobernador.
Dos líneas de investigación abiertas
Las autoridades han sido claras en que la indagatoria se divide. Además del análisis sobre el uso excesivo de la fuerza, se ha abierto una segunda línea de investigación. Esta busca determinar «qué fue lo que ocurrió para que se distrajera o flexibilizara su círculo de seguridad», permitiendo el atentado inicial. El equipo de seguridad personal de Manzo estaba integrado por ocho personas seleccionadas por él, complementadas por 14 elementos de la Guardia Nacional como «segundo círculo». La Fiscalía, en conjunto con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, busca indagar también la célula criminal responsable y el «motivo real» del atentado.
Contexto político y de violencia
El asesinato de Manzo ha provocado una crisis en Michoacán, un estado ya golpeado por la violencia. Este hecho ocurrió semanas después de otros dos sonados homicidios: el de Bernardo Bravo, líder limonero, y el de Alejandro Torres Mora, sobrino de Hipólito Mora. En respuesta, Ramírez Bedolla ha defendido el Plan Michoacán por la Paz y la Justicia, destacando la «sensibilidad» y «acción inmediata» de la mandataria Claudia Sheinbaum. Cuestionado sobre las manifestaciones que exigen su renuncia por el asesinato del exalcalde, el gobernador les restó importancia, calificándolas de «normales» y «pacíficas». Subrayó que se está trabajando en dar justicia y pidió «no especular» hasta que exista información corroborada.
El caso sigue abierto y la Fiscalía determinará la situación legal del equipo de seguridad en los próximos días. La muerte del sicario en estas circunstancias añade una capa de complejidad legal al lamentable homicidio de Carlos Manzo, y la presión pública por resultados claros es alta tanto para el gobierno estatal como para el federal.