Reforma electoral incluiría ajustes
Sheinbaum ha expresado su apoyo a la idea de suavizar los requisitos para fundar nuevos partidos políticos en México. Según la presidenta, el pueblo está consciente y no debería limitarse la participación de nadie. Esta postura se inscribe en el marco de la próxima reforma electoral que prepara su gobierno.
Obstáculos para fundar partidos
Fundar un partido en México implica numerosos trámites que dificultan el proceso para cualquier ciudadano o grupo. Históricamente, el priismo controló quién podía participar en el sistema electoral. Ahora, Sheinbaum considera que es momento de eliminar obstáculos y favorecer una mayor representación popular frente a la representación de élites.
Reformas en discusión
Los detalles de la reforma electoral aún no son públicos, pero se perfilan cambios como la reducción del financiamiento de partidos, la eliminación de plurinominales y la posible realización de primarias obligatorias. A esto se suma la propuesta de facilitar la creación de nuevas formaciones políticas, medida que Sheinbaum mencionó en su conferencia.
Casos recientes de intentos fallidos
Ejemplos como el de México Libre de Margarita Zavala y Felipe Calderón, que no justificó parte de sus recursos, o el de Eduardo Verástegui, que no reunió las firmas necesarias, muestran la dificultad del proceso. Actualmente, se exige recabar firmas distribuidas en varios estados, requisito que frena a muchos aspirantes.
Tiempos y requisitos actuales
Además de las firmas, el tiempo para iniciar un partido está limitado, pues solo se puede después de las elecciones. Sheinbaum ha cuestionado esta norma y ha señalado que debería ser posible abrir partidos en cualquier momento. Expertos como Javier Santiago Castillo consideran que una regulación más flexible sería positiva para la democracia.
Perspectivas de la reforma
Aunque la reforma podría incluir reglas que frenen a partidos con pocos votos, Sheinbaum insiste en que reducir las barreras de entrada es fundamental. El caso de Morena demuestra que los partidos nuevos enfrentan retos como financiamiento incierto y alianzas incómodas. Aun con requisitos más simples, participar en la política no garantiza el éxito.